pasión,

productora de un dolor tan intenso,
inlocalizado,
existiendo dentro,
entre el bajovientre,
y las entrañas,
resonando,
entre pulmón y corazón,
punzando,
como un nuevo placer.

pasión,

guardada,
en la caja descordada,
donde la muñeca,
bailaba,
sin espejos.

pasión,

que antes era mantra,
eco umbilical,
a mi vida neonata,
rechina ahora,
como ruedas oxidadas de un reloj,
de tiempos modernos,
me revuelve,
me envuelve,
se abrió la caja,
hermética,
plastificada,
encandada,
y yo …
(tan encandilada…)

pasión,

que no se como contenerla
desbocada,
desatada,
que cabalga,
mas allá de lo que hicera un rayo verde,
no puedo con ella,
asaltar a nadie,
desconocido,
no lo entendería,
se asustaría,
sin duda,
si la tomara tan cerca,
tan exagerada,
no derramarse a gotas,
no cabe,
no puede por ella misma contenerse,
ni ser contenida,
ni detenerse,
si no es entre tus carnes,
(en lo suave de tus carnes…)

pasión,

que turbulenta crece,
y se apagará silenciosa,
como una estrella,
como cuando el fuego,
no combustiona,
me acabará extinguiendo,
y caeré por un agujero,
durante mucho tiempo,
feliz sin vértigo,
viaje que me llevará,
a otra caja,
llena de candados,
y me plastificará de nuevo.

pasión,

con la que he entendido,
que el frenesí,
y la infinidad de reacciones del universo
incomprendidas, imnumeradas,
e incluso el propio universo,
no existirían jamás,
ni nunca,
si no tuvieran,
contenedores,
como nosotros.
(donde depositarlo).