Vamonos

cuando tus dedos no me rozen electroestáticos,
sinó que me sujeten con firmeza,
imprimiéndome sus huellas dáctilares y secretos,
a través de la piel blanca de mi torso
y mi camino de lunares,
que en su vereda lleva,
olor de anhelo y deseo,
que no puede conquistar,
en el maldito humo,
televisores y rabia,
que alimenta las ciudades.
Cuando todo esto suceda,
cabalgaremos desbocados,
como locos anaeróbicos,
alejándonos del tiempo y del espacio,
y podremos descolgarnos
de alguna nube,
sin miedo,
a caer en el vacio,
de algun estado dual,
ni de materia,
ni de energia.

Vamonos!
elle!