Recuerdo el primer dia
que dormimos abrazados
y como me apretabas a tu cuerpo,
como una correa.
Te recuerdo mirarme desde la encina
mientras me desnudaba
en el sol de tu campo.
Los polvos en la creu de la pixeta,
y en el trono de la reina,
la risa de volteretas y el instante
en que se paró tu corazón
al verme.
Tus cuatro dedos de ET
y esos ojitos de Mussol,
los nimak y los shows,
el respirar acompasado
cuando he sido monja,
tu all i oli dorado,
tu risa sin alcohol
y con alcohol,
tu risa sin dientes
y con un diente,
el sherpa, el torrente, el feudal
y el del zumo con delantal de cireretes.
De cuando te volvistes lector,
el mande y la gota en la nuca
para siempre de tu Elle Flâne,
(o de tu erflein)
el rata eres con un besito,
dormir en tu pecho mar oceano,
y comprobar el material
antes de cada escamot
con el rubí salvaje.
Los partidos, los banquillos y los entrenos,
el solo y abandonado
y el perrito en la lluvia,
la flor de mi limonero,
las naranjas más dulces en mis labios
y las viñas del PujolCrest,
el doraimon de la alegria,
el pedrito de su heidy,
el guerrero de la libertad,
el pirata de les muntanyes,
el que ha ido a buscar
lo empeñado mil veces,
el reunir todas las fuerzas
en la batalla que va perdiendo,
mi guilla patanera,
mi leyenda del buscador,
mi picaresca,
mi amante bandolero,
mi amado indomable.